Hoy, me han preguntado si después de tanto tiempo sin ti, te
sigo amando tanto....Qué como es posible que el tiempo no haya apaciguado
aún todo lo que siento. Esa mezcla de dolor, de amor, de angustia de necesidad
de tenerte.
La verdad, es que te
sigo queriendo igual que en el primer momento en el que me di cuenta de que te amaba.
Noto tu ausencia, como cada día, en el momento de entrar en nuestro hogar, esperando encontrarte y no hallarte. Noto tu ausencia, cada mañana, en la que me levanto y me faltan esos besos, esa sonrisa. Cada mañana en la que me falta tu frase de "buenos días princesa”.
Noto tu ausencia, cada noche en la que me sobra soledad y me faltan tus caricias. Tus susurros, perdidos, suaves y sugerentes, derramados en el lóbulo de mi oreja.
El tiempo, me hace
ver que cada día tu ausencia me quema más la piel, añorando a cada instante,
el roce áspero, delicado y excitante de
tus manos. De tus dedos resbalando concisos sobre mi piel.
No te imaginas lo que siento tu falta, la agonía que ha supuesto a mi vida, perderte. No poder volver a verte más... y no te imaginas cuánto y qué, daría yo por reencontrarte.
No te imaginas lo que siento tu falta, la agonía que ha supuesto a mi vida, perderte. No poder volver a verte más... y no te imaginas cuánto y qué, daría yo por reencontrarte.
Sentir tu ausencia, es saber que no voy a volver a tenerte, a verte sonreír...a escuchar tu respiración. Sentir tu ausencia alma mía, es sentir ese último anhelo, ese último susurro, ese último suspiro entre mis manos....cuando tu agonía se hizo mía...
…….Cuando sentí tu alma convertirse para siempre en mi alma
perdida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario