jueves, 6 de octubre de 2022

Candelas

 




Pasa el tiempo entre susurros y versos,

la poesía con cada estrofa simuló

 el arrebol en sus mejillas,

cubiertas del dulce y suave rubor

que le regaló la vida.

Atrás, en lejanos ocasos quedó difuminada 

la agonía, efímera,

pasajera,

de saber que todo concluye.

Que las luces del alba se apagan sin volver a

encender las candelas,

que

las miradas oscurecen,

marchitan en flores muertas,

las caricias se calman,

se debilitan

se agotan,

dejando desiertos y vacíos los cuerpos

áridos.

Que cada silencio 

es un verso de tu boca,

cuando enmudece, 

cuando se seca.



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