martes, 1 de diciembre de 2020

Añoro el tiempo...

 Añoro el tiempo que se ha desvanecido en minutos, en segundos, transformándose en el propio tiempo que  se va convirtiendo en  recuerdos. Ese tiempo que ha pasado fugaz, a veces parece haberse quedado detenido contemplandonos, en un bucle de días extraños plagados de silencios, de nerviosismo, de inquietud y de excesiva quietud.

Silencio...vacío..angustia...tiempo.



Ese , que la voracidad vertiginosa de la vida  nos ha robado.En el cual no han existido los abrazos,  se han detenido los besos,  se han desvanecido las caricias . Ínfimos microsegundos de tremenda dosis de  realidad, se han transformado en notas de una melodía discordante,  en los reflejos de los deseos, en las comisuras de labios que sonríen cautos y temerosos.

Extraño ese tiempo vivido sin vivirlo, el silencio y el ruido de las miradas desbordantes de anhelos, las ansias  de tocarse sin tacto, y de sentirse sin tocarse.... Más silencio...más vacío...más angustia...más tiempo.



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Tengo las alas abiertas al recibo de tus miradas vacías, al silencio de los susurros del hábitat despoblado de tus abrazos, al ocaso...