martes, 26 de enero de 2016

Vivir es Increible



Que pocas veces nos paramos a pensar las escasas o muchas oportunidades que nos da la vida. A pesar de su dureza, de la crueldad con la que nos trata, que nos arranca lo que más amamos, lo que más queremos y apreciamos. Igual que cuando te llevo de mi lado. Así de golpe, de repente sin estar preparados para separarnos, para hacernos sufrir, para matarnos a golpecitos  de dolor. Ese que se convierte en angustia, en llanto, en espinas clavadas haciendo heridas, marcando llagas. Ese desconsuelo que se va colando por tus venas, que cala tus huesos, como lluvia fina e inunda de frío y vacío tu corazón.


Así, así es como he sentido yo tu marcha forzada, obligada a vivir en la tristeza opaca de los días, cuando no te tengo a mi lado. Cuando esa carencia  heladora, de tu cuerpo, no da calor al mío. Ese cuerpo, esa mirada y esa media sonrisa huérfana de la tuya, de tus manos, de tus brazos, de tu pecho, de tus palabras, de tu presencia. La que lo llenaba, la que lo colma todo en  mí.


Miras por las ventanas del alma, del alma mía, del alma tuya  para contemplar esa niebla espesa, que se queda, que se aloja, que no pasa, que no levanta porque me faltas, porque te alejas…Otras veces al abrir las contraventanas vislumbro un tenue e ínfimo rayo de luz, como un faro que me guía buscando el puerto y tocar fondo. Encontrar ese  calado que me deje en pie, sin tambalearme, firme para poder contemplar esa belleza de la playa en la que te encuentras, en la que varado me esperas….en la que te sueño, en la que te añoro.


Es entonces cuando tímidamente aclaran las dudas, desaparecen las nubes, amaina el viento y calma el llanto porque afloran los recuerdos diciendo al tiempo que vivir es increíble. Aunque me duela, a pesar de que  me hiera tener que vivir en  un pensamiento. Ese que me retorna la vida a tu lado, la que creamos, la que tuvimos, la que vivimos. Porque vivir en un anhelo del pasado, es vivir el tiempo vivido a tu lado, lo que fuimos, lo que tuvimos juntos, separados, siendo uno, siendo dos. Lo maravilloso de poder cerrar  los parpados, es verte como si nunca te hubieses marchado, como si jamás te hubieses desvanecido.



Vivir es eso, increíble al poder sentir la fuerza con la que la añoranza me empuja  a seguir viviendo una vida convertida en dos: La primera, a tu lado, contigo. La segunda, al lado de tu recuerdo, de tu esencia, de tu alma….

Pero ¿sabes vida mía, Alma mía? ¿Sabes por qué vivir es increíble? Porque si no hubiésemos vivido, nunca nos hubiésemos amado, jamás nos hubiésemos sentido.

lunes, 18 de enero de 2016

Al marcharte Tú



Dicen que dos almas no se encuentran por casualidad, que por una u otra razón están destinadas a cruzarse. Como la tuya y la mía, que se cruzaron un día en el camino de la vida y en el de la muerte...y así sin querer, de repente, te fuiste. 
Y mi alma, se quedó sola y triste. No podía mirarse a los ojos, ni sonreírse, ni contemplar su reflejo en ningún espejo, ya que, las lágrimas del dolor se lo impedían.




Al marcharte tú, alma mía, te llevaste parte de mí, de mis ilusiones, de mis esperanzas, de mis sonrisas, de mi alegría....y te fuiste y me robaste el alma. Exactamente igual que cuando me topé con tu primera mirada, con tu primera caricia....siempre, aquella primera vez.
Y te desvaneciste,  me desvanecí contigo, y en un aliento, me empujaste, me susurraste "Sonríe, vive, siempre vida mía...".

Tengo las alas abiertas

Tengo las alas abiertas al recibo de tus miradas vacías, al silencio de los susurros del hábitat despoblado de tus abrazos, al ocaso...