Despertarte de madrugada con calor,
como si tuvieses un cuerpo adherido al tuyo, sintiendo el roce de un abrazo tan
intenso que hasta duele el respirar. Abrir los ojos y darte cuenta de que estas
sola, que no hay nadie junto a ti, pero
sientes ese cuerpo como si fuese una lapa pegada al tuyo. Estas encogida y las
articulaciones te duelen, mirar el reloj y comprobar que es la misma hora en la que tu corazón dejo de latir, en
la que me diste tu aliento por última vez hace hoy nueve meses....Sentirte de nuevo a mi lado, esta vez
en esencia .Aunque doloroso es maravilloso,
yo también te sigo necesitando tanto como el primer día. Y no pasa un segundo
de mi vida en la que no note tu ausencia...tan grande como que el vacío que has dejado en mi vida.
Abres los ojos tímidamente para buscarte,
y extiendes el brazo para rozar con cuidado el lado de la cama sobre el que
dormitas, no quiero que te vayas, que te asustes, que pienses que tengo miedo por sentirte a mi
lado. No, yo necesito esa sensación de tenerte cerca, junto a mí, igual que si
sintiese de nuevo tu respiración, tus latidos, tu vida.
Hace nueve meses que ya no estas con
nosotras, que nuestra felicidad, que nuestros momentos, nuestros instantes,
todas las ilusiones vividas a tu lado…todos los buenos
ratosque hemos pasado siempre el uno al lado del otro, ya no están.
Y hace un año que empezó mi insomnio
que empezó nuestro caminar entre pasillos de hospital y consultas de médicos, y
entonces empezó mi angustia, mi insomnio y mis lágrimas continuas porque tenía
miedo y tú me dabas esperanza. Sonreías, me abrazabas y en vez de consolarte yo
lo hacías tú conmigo.
Recuerdo como te enfadabas cuando me
encontrabas de madrugada en el sofá, con la luz apagada y sin poder dormir “¿es que quieres ponerte enferma? ¿Quién me va
a cuidar a mi entonces?” Me decías , me abrazabas, y me acurrucaba en tu pecho
y en tu cuerpo. Ese cuerpo que una vez fue tan fuerte, tan grande y sin embargo cada vez más
pequeño y más consumido. Siempre pensaste que íbamos a ganar la batalla .Me decías
“viviré menos pero estaré a tu lado”,
pero no ganamos, y no te imaginas lo que
me duele saber que perdimos lo más grande de nuestras vidas. Qué te perdí a ti
y que tú nos perdiste a nosotras, a tus tres chicas….
¿Sabes? Jamás en la vida ha existido
para mí un verano tan triste, tan doloroso, tan apagado de luz y felicidad como
este. Ni siquiera he querido celebrar mi cumpleaños, porque no lo ha sido.
Ojalá hubiese podido pasar la página del calendario de golpe, dormirme el dos,
despertar el cuatro de agosto. No te imaginas
como se me llenaban las lágrimas cuando me felicitaban porque sabía que
lo mejor de cumplir años era hacerlo a tu lado. Con tus bromas, con tus sorpresas,
con tus mimos. Con mi mejor regalo, CONTIGO.
Que
ganas tengo de terminar este verano, este verano angustioso en el que no tengo
ganas de nada, ni de sol, ni de playa, hay días que ni de levantar la persiana para
saber si hace sol o lluvia. Porqué mis veranos sin ti no son verano, como ese
en el que nos conocimos .En aquel verano que nos dejamos abrazar al tiempo, al desenfreno, a las caricias,
a decidir que queríamos estar siempre juntos.
Hoy me
voy a la cama llena de nostalgia llena con los recuerdos
tan maravillosos como los de la fotografía, una de mis favoritas en toda
nuestra historia de amor, de querernos con locura, como yo te sigo queriendo.
Te querré toda mi vida, porque siempre me has dado lo mejor de ti.
♥♥♥
ResponderEliminar