jueves, 4 de abril de 2024

A jirones





Llegó el resplandor que atrajo las penumbras

y la oscuridad,

la del silencio,

la desazón

la de la sinrazón de los humanos deshumanizados.

 

A jirones les arrancan las vestiduras, el alma,

y las raíces desenraizadas para que no broten de nuevo,

acallando los gritos de chiquillos

de las infancias venideras.

Quedando  el futuro queda arrasado

en este tiempo presente insensato.

Quedando enmudecidas las voces, las sonrisas…

las miradas agotadas, entristecidas que ya no tienen luz,

que no parpadean entre los llantos y lamentos

de una tierra que ahora late y gime ensangrentada.

 

A jirones les extirpan la vida, las ilusiones,

los amaneceres,

los mañanas a golpes de batallas unilaterales

carentes de un sentido

más aquel absurdo delirio de extensión, grandeza y poderío.

 

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