Te contemplo con el ferviente destello
del que ve brotar una vida.
Cómo se abren tus brazos a la luz,
al sol,
a la voz que te habla.
Creces lenta,
suave,
despacio,
sin la prisa,
sin el ansia de los días.
Mientras, te contemplo
acariciandote en la mirada,
te doy el consuelo del cobijo,
me das, el vigor de la existencia.
Y te hablo, te susurro,
siento y oigo tu silencio.
Entretanto
creces en segundos incontables
despertando en los pétalos
del dormido letargo,
del apagado invierno,
al atropellado bullicio de la resistencia.
Siempre es un placer disfrutar de tus letras y ver el sentimiento que plasmas con ellas, Inma.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Siempre es un placer disfrutar de tus letras y ver el sentimiento que plasmas con ellas, Inma.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Siempre es un placer disfrutar de tus letras y ver el sentimiento que plasmas con ellas, Inma.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Soy mag pero que no hay forma de que suban mis comentarios con el perfil de siempre. Ya disculparás.