Delicada como las rosas ,esas que con solo una ráfaga de aire, se desnudan dela mayoría de sus pétalos en una delicada danza. Caen, resbalan, seducen en el vaivén de unas caderas invisibles despojando las vestiduras de su tallo.
A veces, aprietan los rayos del sol más no se queman, se sonrojan lánguidas hasta que se toma el ocaso acariciándolas con suaves gotas de rocío para revivir las noches a oscuras
Eres.
Suave, dulce, tierna con ,aroma de las rosas florecidas, encarnadas mientras esperas la tormenta que te deshoja, te desnuda y azota.
Pasa, veloz o lenta, pero tú sigues, tú te quedas esperando el tiempo en que amanece una nueva primavera.
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