Deja que me pierda
en
la ásperas y tórridas arenas de tu piel,
que
recorra como si fuese
el
calor seco del sol encendido,
cada
recoveco de tu torso, de tus manos,
de
tus piernas y de tu pecho
Déjame
que sea el mar embravecido,
pincelando
en su oleaje
la
silueta de tu sombra,
de
tu tacto, de tu cuerpo…
Deja
que sea la brisa de mis labios,
el
faro de tu barco
en
las noches,
en
los días,
en
los susurros que te besan,
en
los segundos infinitos que te alborotan,
que
te acarician.
Esos
que se agotan enmudecen
en
tus silencios, en tus quebrantos… en tus
sonrisas
rotas.
Concurso " Verano de Poemas" 2019
en Radio Valencia