Sentarse frente a una lámina en blanco e intentar expresar lo que
cada uno siente, a veces, es complicado. Porque a menudo aunque se alivie el
alma, siempre quedan minúsculos posos en forma de sentimientos, de
pensamientos que no son capaces de brotar y darle imagen a las palabras.
Mis letras,mi sentir y los suspiros del alma traspasaron ese papel en blanco y recibieron el más hermoso reconocimiento en forma de premio, pero además cobraron vida latiendo ferozmente porque fueron versos «sentidos». Lo más bello de las palabras es que sean capaces de tener esa fuerza de transmitir lo que se dibuja en el pensamiento,entre aromas,deseos o lamentos.
Gracias a todos los que leéis mis susurros, mis llantos, mis sueños y mis sonrisas.
Gracias por sentir, por sentirme.