Quizás el paso del tiempo hace pensar que por no escribirte
no te siento. Qué el corazón sosegado no padece, pero no es cierto, siguen
pasando los segundos, los instantes y sigue latiendo no con el mismo dolor,
pero sí es cierto que fluye más sereno.
Quizás es el paso del tiempo quien calma y deja sentir de nuevo, no de igual manera, no tan de intenso clamor....pero no se olvidan, no desaparecen los nudos atados en cada centímetro de piel, en cada milímetro de sentimiento. Son el tatuaje indeleble de una vida.
Quizás sea el paso del tiempo quien va apretando esos nudos y trazando lazos nuevos, nueva vida, nueva cuerda.